La tradición guitarrera de Cádiz se remonta a los siglos XVII y XVIII, donde la ciudad tuvo una abrumadora y prestigiosa supremacía en la construcción de guitarras de seis órdenes, aquellas que se anunciaban en los catálogos londinenses bajo el márchamo “Modelo Cádiz” y de las que el viajero Richard Ford llegó a poner a la altura de los famosos Stradivarius; hoy día piezas museísticas incunables que están expuestas en vitrinas de todo el mundo, y que salieron de los talleres gaditanos de los Pagés, Benedid, Guerra y Jiménez. Con estos antecedentes no es difícil imaginar que en la Isla de San Fernando exista un constructor heredero del esplendor de aquellos luthiers del Siglo de Oro gaditano:

Con todo, estamos ante un claro ejemplo autodidáctico de indudables posibilidades, como prueba el hecho de contar entre su clientela con tocaores como: Manuel Parrilla, Juan Parrilla, Moraito Chico, “El carbonero”, o el profesor de guitarra clásica del Conservatorio de Granada: Alberto San Miguel.
Cada parte de la guitarra requiere un tipo de madera especial, que estará previamente curada, secada y envejecida, dada su condición permeable y esponjosa.
Así, para el Aro y Fondo se emplean Ciprés Español o Palo Santo de India y Río (dependiendo de si la guitarra será flamenca o clásica), para la Tapa Armónica se utiliza Pino Abeto Alemán o Cedro Rojo del Canadá, el Mástil o Mango se fabrica con Cedro de Honduras, y será el Ébano de India o Camerún el que conforme el Diapasón, La Tapilla o Tapeta (donde va el clavijero), la Cenefa y el Puente, está construido con Palo Santo de Río o India añadiéndosele a éste último elemento la Plaqueta que será de hueso de vaca o ballena.
Así, para el Aro y Fondo se emplean Ciprés Español o Palo Santo de India y Río (dependiendo de si la guitarra será flamenca o clásica), para la Tapa Armónica se utiliza Pino Abeto Alemán o Cedro Rojo del Canadá, el Mástil o Mango se fabrica con Cedro de Honduras, y será el Ébano de India o Camerún el que conforme el Diapasón, La Tapilla o Tapeta (donde va el clavijero), la Cenefa y el Puente, está construido con Palo Santo de Río o India añadiéndosele a éste último elemento la Plaqueta que será de hueso de vaca o ballena.
Todas las maderas tienden a contraerse y resquebrajarse en condiciones extremas de sequedad, y a dilatarse cuando la humedad es excesiva. La climatología idónea para el oficio de guitarrero, serían unos valores que oscilarían entre el 60% y 65% de humedad ambiental, de donde se deduce que Cádiz y las poblaciones de su Bahía son ciudades que para la construcción encuentran en los “vientos de tierra” (Levante y Norte) a un aliado, y un enemigo potencial en los regímenes de “viento de la mar” (Sur y Poniente).